sábado, 15 de octubre de 2011

Si Dios estuviera en la tierra.

Todos los hombres fuésemos
honestos, sinceros.
No existiría maldad, rencor
ni el pecado de la codicia.
Existiría a un solo hombre a quien amar.
Sin distinción de sexo ni raza.

Las mujeres dejarían de decir
que todos somos iguales, al contrario…
Él seria único, que los comprendiesen
y, así nadie sufriría.

Comprenderían ambos,
el verdadero sentido,
de amar al prójimo, sin mirar a quien.
A todos se les juzgaría, cobraría,
pagaría justamente.

Y si antes hizo de dos panes
y cinco pescados, miles…
¿Qué haría de nosotros
con un amor, con un cariño?

Y, si Dios estuviera en la tierra,
¿Qué seria de nosotros?

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